2 AM
Uno, la opción de rodar y acumular como copo de nieve que corre y avanza, llenándose de tropiezos y avances en el camino cuesta abajo, donde terminará quebrándose por lo mucho que obtuvo de gratis, ser una bola gigante, que luego de convertirse en avalancha se derrite en su propia materia.
Dos, la opción de ensimismar. Volverse uno con el reflejo en el espejo, despegarse de las sombras nacientes del propio andar y andar seguro con el entrecejo crudo de emociones, la mirada en claves reservadas para sí mismo y el avance de una sonrisa interna en el pecho.
Tres, la opción de … es la aquella opción que se sabe debería mencionarse por ser la más verídica, la más valiente, la más real o la que supuesta perteneciente a un "debería" primo hermano del "hubiera". Esta vez no.
Cuatro, la opción de jugar entre 1 y 2 al azar y elegir.
Cinco, la opción de optar por uno y por dos a conveniencia.
Seis, la opción de no tener opciones.
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