Página 101

 "....estar conmigo mismo."

Apareció en la mente, en ese momento, la imagen de esta persona sentada en una banca, sin cruce de piernas, de brazos y manos ligeras, con los audífonos puestos. La campera puesta, vista a la avenida, bajo un sol tenue y algo de más de frio. Estaba de espaldas. 

Ahora, esta otra persona, leía la página 101 y atraviesan los ojos las palabras, un momento de recuerdo pasado, vívido. Leía estas líneas, mientras se encontraba igual, sentada, en un parque, en una banca, la campera puesta, vista a la avenida, bajo un sol tenue y algo menos de frio. Estaba presente. 

Una retrospección, la sensación de viaje hacia unos meses atrás, comprender  aquello a lo que se refería cuando dijo "No te preocupes. No estaba esperando....", su voz, sus palabras, en el libro escritas, el replicarlas en vida, el oírlas nuevamente en silencio mientras leía, asimilarlas.

Tal vez aún no lo sepa, aún no asimile o quiera aceptar, ni por uno por el otro, ni por maestro ni por aprendiz. Que como aprendiz probablemente ya olvidado, solo tiene ganas de hacerle saber a este maestro de vida, que lo es y que es merecedor de serlo. Que leyó aquello que alguna vez le dijo en un encuentro, que escuchó y que por atención recuerda, y conmemora a flor de piel. Frase que ahora es profunda, frase que se vuelve de a pocos y en el camino, también suya.