Gracias rotas

Y a Ella la terminaron....por derrumbar. Echa trocitos anda arrastrando los pies, mirando hacia nada. No hay nada. Rojo, rojito por la piel baja caliente. No ve nada, no siente nada, es nada. Está completamente vacía. Buscará refugiarse, nuevamente aparenta, pero con todos, estar bien, pero solo bien. En su cárcel de niña cada día morirá de a poquitos, y ese corazón que no era de piedra, que nunca lo fue, perderá su color, si intensidad, no sentirá más. No olvida solo recuerda sola Ella. Sus ojos rojos, hinchados, no cesarán por mucho tiempo, pues sabe que la malinterpretaron, que es inocente de esa culpa por la cual la terminan ahorcando en la puerta de la muerte. Ella, ella cree merecerlo. Tal vez es así. Pero no por lo último, por lo último no. Conciencia limpia como se dice. Extrañando en todas las lunas, el sol apesta, pues sus noches fueron siempre las mejores a su lado. El sol solo es de verano. Ella, ella le quiso decir muchas cosas. Se contuvo, a veces su bocota la traiciona y no dice lo de su cabeza y corazón, razona. Quería decir; lo extrañara a muerte, lo amará hasta el infinito, lo recordará toda la vida y al de arriba también, esperá que él la lleve siempre consigo. Que no la dejó. Ese no fue de verdad. Gracias por haberle enseñado tanto, el arte del sentimiento desconocido. Felicidad gracias. Pero no más, es lamentable el hecho. Por siempre con Ella, mi sol. Posdata; allí está, la sombra en la prefirió creer él, antes que en Ella.

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