Julian

Si es que una de esas tantas veces, me puse a imaginar como era su voz y supuse que era real, entonces no me equivoqué. Hace solo unos cuantos minutos escuche 45 segundos de su voz ya un poco demacrada por la enfermedad; ronca, preocupada, queriente, de abuelo...totalmente familiar.
Su nieta, emocionada.
Si por los ojos se dice se ve el alma, por la voz se oyé la sinceridad y lo real de la misma.
Supongo que ahora tendré un abuelo más con quien hablar cuando mis noches no son para dormir.
Mil gracias Julian,
Te quiero.

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